Caracas, 29 de julio de 2024 — La capital venezolana se convirtió en un campo de batalla el lunes, cuando miles de manifestantes salieron a las calles para protestar contra los resultados electorales que otorgaron un tercer mandato a Nicolás Maduro. La reelección, cuestionada tanto por la oposición como por la comunidad internacional, ha desencadenado una serie de manifestaciones a lo largo y ancho del país, marcadas por enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Desde tempranas horas de la mañana, grupos de manifestantes comenzaron a congregarse en distintos puntos de Caracas, gritando consignas como “¡Libertad, libertad!” y “¡Este gobierno va a caer!”. La indignación estalló tras el anuncio de los resultados oficiales, que dieron a Maduro el 51% de los votos frente al 44% del candidato opositor Edmundo González. La falta de transparencia y el retraso en la publicación de los resultados detallados han aumentado la desconfianza en el proceso electoral.
Durante las protestas, que se extendieron por barrios populares y zonas residenciales, las fuerzas de seguridad utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. En la gigantesca barriada de Petare, una de las más grandes de América Latina, la tensión fue palpable. Los manifestantes, algunos de ellos quemando carteles de campaña de Maduro, expresaron su frustración y descontento. “La mayoría votó por la oposición”, declaró Deyvid Cadenas, un joven de 28 años que votó por primera vez en estas elecciones. «No me creo los resultados de ayer», añadió.
El malestar no se limitó a Caracas. En ciudades como Maracay y Coro, también se registraron protestas, con actos simbólicos como la destrucción de una estatua de Hugo Chávez. La oposición, liderada por figuras como María Corina Machado, instó a la calma mientras se exige el respeto a la voluntad popular.
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación. Estados Unidos y la Unión Europea han manifestado dudas sobre la legitimidad de los resultados. Antony Blinken, Secretario de Estado de EE.UU., expresó «serias preocupaciones» sobre la transparencia del proceso electoral.
En un país sumido en una crisis económica y social, con una hiperinflación descontrolada y un éxodo masivo de ciudadanos, la situación se vuelve cada vez más insostenible. «Queremos un cambio para Venezuela», expresó Freddy Polanco, un chef de 54 años. «Que nuestra familia vuelva otra vez para Venezuela, que volvieran las grandes empresas aquí a nuestro país».
La incertidumbre reina mientras Venezuela enfrenta uno de los momentos más críticos de su historia reciente, con un gobierno que pierde cada vez más apoyo popular y una oposición que lucha por abrirse paso en un escenario político extremadamente polarizado.
Con información de agencias.